Baeza, cada vez más, es elegido como destino turístico rural ideal para pasar unos agradables días de vacaciones.
Para poder exprimir y aprovechar de la mejor forma nuestra visita a Baeza, venimos a recomendar en esta pequeña guía de Baeza, qué no nos podemos perder en nuestra visita y qué lugares visitar en Baeza para que nuestra estancia sea lo más provechosa posible.
Visita indispensable es el casco antiguo de la ciudad, donde destaca la majestuosidad renacentista de la Plaza de Santa María y de la Plaza de Santa Cruz. Es sumamente recomendable hacer dos visitas a estas plazas, una durante el día y otra a la noche, puesto que aunque nos encontremos en un mismo lugar, la belleza de estas plazas son imaginablemente distintas por el día y la noche.
En la Plaza de Santa María de Baeza, conformada por la Catedral (dedicada a la Asunción de la Virgen), las Casas Consistoriales Altas y el Seminario Conciliar (hoy en día junto al Palacio de Jabalquinto, sede de la UNIA).
En la Catedral, cuyo origen se remonta a un antiguo templo pagano de la época romana, más tarde convertido al cristianismo y sobre el cuál edificaron los musulmanes una mezquita que volvió a convertirse en templo cristiano una vez expulsados los árabes en tiempos de Fernando III, merece la pena contemplar la custodia (obra de Gaspar Núñez de Castro) de estilo acusadamente barroco, sus capillas y patios interiores de especial belleza, así como el museo catedralicio. Si gozáis de tiempo también sería aconsejable subir a la torre de la catedral para contemplar las maravillosas vistas que desde allí podemos observar de Baeza.
En la Plaza de Santa Clara unida a la plaza de Santa María por la Cuesta de San Felipe Neri, cabe destacar la Iglesia de Santa Cruz, de estilo románico, parte de la Fachada de la Antigua Universidad de Baeza y la fachada plateresca del Palacio de Jablaquinto. Aquí recomendamos encarecidamente la visita al interior de los tres edificios, especialmente al Palacio de Jabalquinto, donde podremos deleitarnos de la belleza de su patio renacentista y sin duda disfrutaremos paseando por sus galerías.
Tras estas visitas a las plazas de Santa María y Plaza de Santa Cruz, podremos reponer fuerzas "echando la liga" en uno de los numerosos bares que la ciudad de Baeza ofrece. La ligá consiste en tomar unas cañas o vinos acompañado de una tapa caliente o fría (las tapas son a elegir) por cada bebida servida, que se incluye en el precio de la bebida. Cada bar puede tener una personalidad propia en su buen hacer en las tapas, yendo desde tapas muy elaboradas y poco cuantiosas a tapas menos elaboradas pero más cuantiosas. Dependiendo de nuestras apetencias os recomiendo que en la zona en la que os halléis pidáis consejo a cualquier baezano que seguro estoy os sabrá recomendar.
Tras haber "echado la ligá" y haber tomado café, puede que vaya siendo hora de continuar con nuestra visita a Baeza visitando esta vez el entorno del Paseo de la Constitución ( si preguntáis a cualquier baezano, preguntadle por "el Paseo", a secas). Como aperitivo en el propio Paseo, mientras degustamos un helado podemos contemplar los Portales de Alhóndiga y las Casas Consistoriales Bajas o Balcón del Concejo (Sede de Agrupación Arciprestal de Cofradías), desde aquí podemos dirigirnos al Pasaje Cardenal de Benavides donde se ubica el Ayuntamiento de Baeza. Se trata de un edificio del siglo XVI, antes Antigua Casa de Cárcel y justicia y de una preciosa fachada de estilo plateresco, que sin duda merecerá la pena contemplar, al igual que la visita al interior del propio edificio recientemente restaurado.
Discurriendo la calle donde se ubica el Ayuntamiento y volviendo hacia el Paseo, no encontramos de frente la torre de los Aliatares. Para que os hagáis una idea, la calle que sube hacia arriba por la derecha de esta Torre y hacia la izquierda de la misma, estos serían los límites del recinto amurallado de la Antigua ciudad de Baeza. De hecho la calle que discurre hacia arriba (C/ Obispo Narváez) en conocida de toda la vida como la C/ Barreras, y es que en esta calle se ubicaban las barreras de la muralla de la antigua ciudad. Aún hoy en día se conservan restos de estas murallas e incluso torritos, que se ubican en las medianerías traseras de las viviendas del lado izquierdo de la calle.
Para poder exprimir y aprovechar de la mejor forma nuestra visita a Baeza, venimos a recomendar en esta pequeña guía de Baeza, qué no nos podemos perder en nuestra visita y qué lugares visitar en Baeza para que nuestra estancia sea lo más provechosa posible.
Visita indispensable es el casco antiguo de la ciudad, donde destaca la majestuosidad renacentista de la Plaza de Santa María y de la Plaza de Santa Cruz. Es sumamente recomendable hacer dos visitas a estas plazas, una durante el día y otra a la noche, puesto que aunque nos encontremos en un mismo lugar, la belleza de estas plazas son imaginablemente distintas por el día y la noche.
En la Plaza de Santa María de Baeza, conformada por la Catedral (dedicada a la Asunción de la Virgen), las Casas Consistoriales Altas y el Seminario Conciliar (hoy en día junto al Palacio de Jabalquinto, sede de la UNIA).
En la Catedral, cuyo origen se remonta a un antiguo templo pagano de la época romana, más tarde convertido al cristianismo y sobre el cuál edificaron los musulmanes una mezquita que volvió a convertirse en templo cristiano una vez expulsados los árabes en tiempos de Fernando III, merece la pena contemplar la custodia (obra de Gaspar Núñez de Castro) de estilo acusadamente barroco, sus capillas y patios interiores de especial belleza, así como el museo catedralicio. Si gozáis de tiempo también sería aconsejable subir a la torre de la catedral para contemplar las maravillosas vistas que desde allí podemos observar de Baeza.
En la Plaza de Santa Clara unida a la plaza de Santa María por la Cuesta de San Felipe Neri, cabe destacar la Iglesia de Santa Cruz, de estilo románico, parte de la Fachada de la Antigua Universidad de Baeza y la fachada plateresca del Palacio de Jablaquinto. Aquí recomendamos encarecidamente la visita al interior de los tres edificios, especialmente al Palacio de Jabalquinto, donde podremos deleitarnos de la belleza de su patio renacentista y sin duda disfrutaremos paseando por sus galerías.
Tras estas visitas a las plazas de Santa María y Plaza de Santa Cruz, podremos reponer fuerzas "echando la liga" en uno de los numerosos bares que la ciudad de Baeza ofrece. La ligá consiste en tomar unas cañas o vinos acompañado de una tapa caliente o fría (las tapas son a elegir) por cada bebida servida, que se incluye en el precio de la bebida. Cada bar puede tener una personalidad propia en su buen hacer en las tapas, yendo desde tapas muy elaboradas y poco cuantiosas a tapas menos elaboradas pero más cuantiosas. Dependiendo de nuestras apetencias os recomiendo que en la zona en la que os halléis pidáis consejo a cualquier baezano que seguro estoy os sabrá recomendar.
Tras haber "echado la ligá" y haber tomado café, puede que vaya siendo hora de continuar con nuestra visita a Baeza visitando esta vez el entorno del Paseo de la Constitución ( si preguntáis a cualquier baezano, preguntadle por "el Paseo", a secas). Como aperitivo en el propio Paseo, mientras degustamos un helado podemos contemplar los Portales de Alhóndiga y las Casas Consistoriales Bajas o Balcón del Concejo (Sede de Agrupación Arciprestal de Cofradías), desde aquí podemos dirigirnos al Pasaje Cardenal de Benavides donde se ubica el Ayuntamiento de Baeza. Se trata de un edificio del siglo XVI, antes Antigua Casa de Cárcel y justicia y de una preciosa fachada de estilo plateresco, que sin duda merecerá la pena contemplar, al igual que la visita al interior del propio edificio recientemente restaurado.
Discurriendo la calle donde se ubica el Ayuntamiento y volviendo hacia el Paseo, no encontramos de frente la torre de los Aliatares. Para que os hagáis una idea, la calle que sube hacia arriba por la derecha de esta Torre y hacia la izquierda de la misma, estos serían los límites del recinto amurallado de la Antigua ciudad de Baeza. De hecho la calle que discurre hacia arriba (C/ Obispo Narváez) en conocida de toda la vida como la C/ Barreras, y es que en esta calle se ubicaban las barreras de la muralla de la antigua ciudad. Aún hoy en día se conservan restos de estas murallas e incluso torritos, que se ubican en las medianerías traseras de las viviendas del lado izquierdo de la calle.